La Vitamina B12, o cobalamina, es una vitamina hidrosoluble. Tiene un papel clave en el funcionamiento normal del cerebro y del sistema nervioso, y para la formación de la sangre. (Viquipedia)
Se debe subrayar la cantidad excepcional de la Vitamina B12 (cobalamine) existente en la espirulina, que es, de lejos, la vitamina más difícil de obtener en un régimen sin carne ya que ningún otro vegetal corriente en contiene. Derminado según el antiguo método estandar, la espirulina sería cuatro veces más rica que el hígado crudo, recomendado como de las mejores fuentes. Sin embargo existe una controversia debido a la biodisponibilidad real del complejo B12 de la espirulina para el hombre. (Aspects Nutritionnels, 2006)
Dejamos la voz del experto Jacques Falquet (Doctor en bioquímica por la Universidad de Ginebra) hablando sobre el tema:
Según mi conocimiento (de Jacques Falquet) sobre el tema, podemos resumir la problemática “espirulina-B12” de la siguiente manera:
- Una proporción variable (pero fuerte) de vitamina B12 presente en la espirulina es, de hecho, un análogo (o análogos) desprovisto(s) de la actividad B12 en l@s human@s.
- Esta proporción varía según la espirulina analizada
- Los análogos de B12 existen en numerosos productos alimenticios y se pueden detectar naturalmente en el plasma humano.
- La vitamina B12 presente en los complejos vitamínicos puede convertirse espontáneamente en análogos no asimilables.
- El peligro real de los diferentes análogos de B12 se desconoce en la actualidad (no hay ningún estudio clínico serio)
- La literatura científica no ilustra ningún problema relacionado con los análogos de B12 de la espirulina (en más de 30 años de consumo de espirulina en países industrializados).
- La población de Kanem, (donde la espirulina es consumida tradicionalmente) no parece afectada por problemas específicos (si bien la anemia perniciosa es mortal y sus síntomas son espectaculares).
De todos modos, ante la ausencia de certezas claras, y en base a los resultados de un estudio reciente, yo (Jaques Falquet) desaconsejaría la espirulina como fuente de B12, lo cual no exime esta cianobacteria de tener otras propiedades nutritivas excepcionales. Podemos comprobar que según este estudio, la chlorella sí es una fuente aceptable de B12, aunque debemos tener en cuenta sus dificultades para ser digerida.
Entradas Relacionadas: La calidad de la espirulina: La C-ficocianina